04 Oct El tiempo es oro
Hace bastante tiempo que no escribía en el blog y es que no he parado, literalmente, durante las últimas semanas. Conferencias, coaching para directivos y equipos de trabajo, entrevistas, clases en el IE Business School, sigo grabando el programa de “Cumbres” de TVE2… viajes y más viajes, además de estar inmersa en mi nuevo proyecto del que ya os he hablado, Kabi.
Os escribo desde un restaurante en Madrid en el que estoy cenando sola y reflexionando sobre el tiempo, mi tiempo. Por eso este post lo voy a dedicar a hablar de la importancia de la gestión del tiempo y de cómo gestionarlo de manera eficaz. Es uno de los temas que trabajo como conferenciante, coach y profesora y que admito que a veces me gana la batalla. A todos nos pasa que el trabajo, las responsabilidades, incluso los compromisos sociales… esa apretada agenda nos hace vivir una dinámica de “no parar” y “no sacar tiempo” para cosas importantes. Y nos parece que el tiempo pasa deprisa y que no lo podemos controlar pero, como dice el refrán, el tiempo es oro, y ese oro se puede gestionar.
1. Definir la visión y marcar objetivos. Es importante identificar nuestra visión. ¿A dónde queremos llegar o qué es exactamente lo que queremos realizar o conseguir? Sin visión nos perderemos por el camino.
En el año 2007, después de escalar nueve montañas de ocho mil metros decidí que quería terminar los catorce ochomiles del planeta. Definí mi visión; convertí mi sueño en mi visión, en aquello que iba a perseguir y por lo que iba a luchar y diseñé el camino que tendría que seguir para alcanzar mi visión, desglosándolo en diferentes pasos a seguir: en mis objetivos.
Después de terminar los catorce ocho miles en el año 2010, y tras intentar escalar el Everest sin oxigeno artificial en el año 2011 y no conseguirlo, me hice la misma pregunta: “Edurne, ¿ahora a dónde quieres llegar? ¿qué te gustaría hacer?”. Me tomé tiempo para reflexionar y buscar honestamente dentro de mí esas respuestas. Mis inquietudes me llevaban a soñar alto de nuevo. Y por fin supe qué es lo que más me apasionaba y descubrí mi nueva visión: Kabi, un nuevo reto profesional en el que combino mi pasión por el deporte de montaña y el amor por mi tierra, Euskadi, y por los Pirineos, tan importantes en mi vida. Nuevamente he identificado y definido mi visión y he establecido los objetivos para conseguirlo.
2. Planificar y priorizar. Incluso teniendo clara la visión a veces la vorágine diaria nos hace perder de vista nuestra visión. Este sábado inauguramos la nueva oficina de Kabi en Vielha, Val D’Aran, y os podéis imaginar la cantidad de trabajo que estamos teniendo todo el equipo. Como líder del mismo he tenido que primero planificar el trabajo y después priorizar, decidir qué es lo importante y qué no lo es. Es clave no confundir lo importante con lo urgente; lo importante siempre son las cosas que nos ayudan a conseguir nuestros objetivos. Lo urgente está relacionado con el factor tiempo por eso es tan necesario trabajar siempre bajo una planificación, para evitar que nos pille el tren.
Lo mismo para el terreno personal. Es importante trabajar pero no todo puede ser trabajo. Necesitamos dedicarnos tiempo a nosotros mismos, mimarnos y también dedicar tiempo a la familia y amigos y a lo que nos hace sentirnos realmente bien, en mi caso el deporte.
3. Saber decir no y delegar. Estos dos puntos son muchas veces difíciles. Por un lado, si priorizamos en función de nuestros objetivos (ya sean profesionales o personales) tendremos que decir “no” a ciertas cosas porque no podemos llegar a todo ni estar en todas partes, el tiempo es limitado… y es oro.
Ya os contaré más adelante pero tengo algo entre manos para lo que necesito dedicar tiempo a entrenarme en esquí de montaña. Así que ya me he planificado para cada día entrenar una hora como mínimo y estoy dejando de lado otras cosas, estoy diciendo “no”.
En cuanto a delegar creo que me podéis entender fácilmente porque a muchos os pasará que queréis hacerlo todo vosotros. Yo me doy cuenta de que a veces intento hacerlo todo yo para luego ver que esto no es necesario siempre puesto que cuento con el mejor de los equipos. Nos creemos que podemos con todo y que nadie hace las cosas mejor que nosotros pero como he dicho unas líneas más arriba no podemos siempre llegar a todo porque el tiempo es el que tenemos. Por eso es importante aprender a delegar en compañeros de equipo o colaborar con personas que son muy buenas en su campo. En otro post os hablaré de la importancia de formar un buen equipo, con profesionales motivados y competentes, para alcanzar una visión compartida.
Espero que os sea de ayuda este post. Os reto a que pongáis estas pautas en práctica. Yo lo he hecho estos días y os diré que me siento muy ilusionada; me ha ayudado a sentir que tengo el control sobre mi tiempo y la certeza de que voy por buen camino tras mis sueños.
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